¿Cómo se medía el tiempo antes de la era digital? Antes de la existencia de los relojes eléctricos, hubo relojes solares, relojes de arena y relojes de agua (clepsidra), pero fue la relojería mecánica la primera en lograr medir el tiempo con cierta precisión. En el caso de los relojes de torre, el péndulo ejerce de mecanismo de escape regulando la velocidad del reloj; cuanto más largo sea, más despacio se moverá el reloj.
EL RELOJ DE PAMPLONA
En el Ayuntamiento de Pamplona hubo un reloj mecánico que funcionó durante más de 150 años: desde su construcción en 1827 hasta su retirada en 1991. Tras pasar más de 25 años en un almacén, este reloj ha sido restaurado y puesto en funcionamiento por un equipo de investigadores y estudiantes de la Universidad Pública de Navarra para ser expuesto en el Planetario de Pamplona.
RELOJ DE TORRE MONUMENTAL
Se trata de un reloj de torre monumental regido por el movimiento de un péndulo. La función del péndulo es regular el ritmo de funcionamiento del reloj, ya que su longitud es la que determina la duración de su ciclo de funcionamiento. El péndulo es impulsado por una pieza denominada áncora que, en contacto con la rueda de escape, transforma el movimiento de rotación en oscilación.

ENGRANAJES DEL RELOJ
El reloj tiene tres trenes de engranajes, uno para el movimiento del reloj y dos para las sonerías de horas y cuartos. El tren de movimiento está en funcionamiento constantemente, mientras que los trenes de las sonerías están bloqueados la mayoría del tiempo y únicamente se activan y e inician su movimiento cada cuarto de hora para hacer sonar las campanas, volviéndose a detener tras haber hecho sonar los tonos correspondientes.

"He marcado durante 142 años la hora en Pamplona"
El reloj, pieza a pieza
RESTAURACIÓN DEL RELOJ
A petición del Planetario de Pamplona, el reloj fue restaurado y puesto en funcionamiento por un equipo de la UPNA formado un profesor, un estudiante, y un grupo de estudiantes y exestudiantes del Aula de la Experiencia que trabajaron de forma voluntaria, e incluso un descendiente de la saga de relojeros Yeregui.
ESTADO INICIAL

Previamente a la restauración

Rueda de escape y áncora

Palancas de sonería de cuartos

Ejes oxidados

Ejes y pivotes oxidados
DESMONTANDO EL RELOJ

Etiquetado de elementos

Piezas desmontadas

Piezas desmontadas

Reloj sin tren de movimiento

Estructura del reloj
LA LIMPIEZA

Eliminación de óxido. Antes y después

Tomás y José Mari limpiando engranajes

Eliminación de óxido en eje

Extracción de rodamientos
EL MONTAJE

Colocando la rueda imperial del movimiento

Colocando el tercer eje del tren de movimiento

Montando el áncora

Ajustando el tren de cuartos

Montando la sonería de horas
EL EQUIPO
Los miembros del equipo de la UPNA que han trabajado en la puesta en marcha del reloj son el profesor de Ingeniería Mecánica Jokin Aginaga, que ha dirigido el trabajo; Adrián Claver, estudiante que ha realizado un Trabajo Fin de Grado sobre el proyecto; los voluntarios del Aula de la Experiencia: Ángel M. Irigoyen, María G. Urdiroz, Máximo Rived, Tomás Bendoiro, Lourdes Andueza, Marisa Sanz; y los voluntarios José Yeregui y José Mari Martorell.
De izquierda a derecha: Nieves Gordón (Planetario), Adrián Claver, José Yeregui, Marisa Sanz, María Urdiroz, Tomás Bendoiro, Jokin Aginaga, Lourdes Andueza, Ángel Irigoyen.
ESTADO FINAL
El reloj se puede visitar ahora en la exposición física que ha habilitado el Planetario de Pamplona, a quien el Ayuntamiento de la ciudad ha cedido el reloj durante 40 años.
EL RELOJ FUNCIONANDO
El reloj tiene tres trenes de engranajes, uno para el movimiento del reloj y dos para las sonerías de horas y cuartos. El movimiento de cada uno de los trenes está impulsado por una pesa, unida a una cuerda que se recoge sobre un eje grueso de madera denominado rueda imperial. Cada pesa hace girar su rueda imperial que, a su vez, transmite el giro mediante un engranaje al siguiente eje y así sucesivamente. Cada uno de los ejes tiene un piñón de acero de 7 u 8 dientes y una rueda de bronce, situados alternativamente en uno de sus extremos.
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En el caso del tren de movimiento, en el último de los ejes está la rueda de escape. La rueda de escape es una rueda singular cuyos 30 dientes tienen forma afilada y deslizan sobre las dos paletas de una pieza denominada áncora. El enlace entre la rueda de escape y el áncora convierte el movimiento de rotación en un movimiento oscilante, ya que el áncora está sobre un eje que enlaza con el péndulo. Adicionalmente, la rueda del primer eje del tren de movimiento está enlazada al eje minutero, que transmite su movimiento por los dos extremos: por un lado, a la esfera situada en el exterior del edificio; y por otro, a la aguja minutera de la placa identificativa del reloj.

Ejes y ruedas del tren de movimiento

Rueda de escape

Rueda contadora de cuartos
El eje minutero tiene una función adicional, ya que se ocupa de activar las sonerías. Mediante una serie de palancas, topes y pivotes, el eje minutero libera cuando corresponde el tren de la sonería de cuartos, que tras dar las correspondientes campanadas se detiene gracias a la rueda contadora. Asimismo, en el caso en el que se dan los cuatro cuartos, se activa el mecanismo de sonería de horas que, de manera similar a la sonería de cuartos, da las campanadas correspondientes hasta que su rueda contadora lo detiene.

Rueda minutera que salía a la esfera del reloj

Pivotes de la sonería de cuartos

Palancas que activan la sonería de cuartos